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PENTACON LYDITH 30/3,5

Actualizado: 23 abr 2023

VIEJA LENTE


Explorando y reivindicando el uso de objetivos clásicos en digital


Pentacon 30/3,5


El Pentacon de 30mm F:3,5 de 1971 es una versión del Meyer-optik Lydith original lanzado en 1964, fabricados en Alemania oriental. Tan atractivo resulta su diseño que puedes optar por uno de los antiguos o la versión de 2020, que casi 60 años después del original se reeditó a un precio cercano a 900€. Cuando menos sorprendente para un objetivo fijo de escasa luminosidad.


Ofrece un ángulo de visión horizontal de 62º en formato completo, 43º en el recortado de mis Fuji x.


Un objetivo ligero, de menos de 200 gramos, con diafragma preestablecido de 10 láminas. Adaptado a mis Fujifilm X con sensor aps-c el angular moderado de 30mm ofrece la perspectiva de un “normal” de 45mm.


El mío lleva montura de rosca M42. Estéticamente me gustaba más el Lydith primitivo con acabado cebra de 1964, pero cuando busqué, la única opción de ese modelo tenía montura Exakta y con el adaptador se disparaba el coste total, así que opté por el Pentacon. Pagué 50€ por él.


No estaba seguro de que todos los modelos del Pentacon 30 tuvieran diafragma preestablecido así que pregunté al vendedor y cuando me lo confirmó cerré el trato.

¿Por qué me interesaba el diafragma preestablecido? Tanto en vídeo como en foto, en algunas circunstancias me parece interesante disponer de la máxima apertura en un extremo del anillo de diafragmas y un valor más cerrado en el otro para cambiar instantáneamente entre ellas con un giro rápido.

Había probado antes objetivos con diafragma preestablecido como el Nikkor pc de 28mm y una vez que le coges el truco, es una operativa divertida y útil.


En el terreno de los objetivos no existen familias, sino unidades. Es decir, no se puede generalizar acerca del rendimiento de tal o cual serie porque puede variar enormemente de un ejemplar a otro. Especialmente cuando tienen muchos años, muchas manos y muchas batallas a saber en qué terrenos y condiciones. Aunque dos unidades hubieran salido idénticas de fábrica, transcurridos 10, 20, 40 años, lo normal es que tengan comportamientos muy dispares.

Por tanto, aquí me refiero a mi unidad. Exclusiva y particularmente a mi Lydith que es posible que sea el primero, porque no descarto uno posterior si surge la oportunidad en versión cebra en perfecto estado a precio atractivo.


Al interponer un adaptador, que no es otra cosa que un tubo con la montura de la cámara por un lado y la de la lente por el otro, se pierde toda comunicación electrónica con el cuerpo y el enfoque es por supuesto manual, como lo son de forma nativa estos objetivos viejos.


De ahí que la mayoría de los errores sean de enfoque. Incluso con las ayudas de las modernas Fujifilm X (y las sin espejo en general), se producen fallos de enfoque y fotos perdidas. Pero forma parte de la diversión, mejor aceptar un porcentaje de fallos. A propósito, trato de enfocar siempre ampliando en pantalla o aún mejor en el visor y con focus peaking azul suave; el más intenso es más fácil de ver, pero oculta demasiado los bordes del sujeto y resulta menos eficaz.

No pretendo hacer una revisión técnica para la que no estoy cualificado, sino dar una opinión de usuario sobre esta unidad concreta. Revisiones con todo tipo de datos técnicos y gráficas de rendimiento en laboratorio abundan en la red, y curiosamente muchas veces arrojan resultados contradictorios, lo que viene a confirmar que no se pueden generalizar las aptitudes de tu unidad al resto del universo.



De mi Pentacon (Lydith) 30mm F:3,5 diría que es un objetivo divertido, algo imprevisible porque es muy sensible a la luz de contra, velando parcialmente la imagen. No mejora notablemente poniendo un parasol. Esto deviene a veces en efecto creativo, añadiendo interés al resultado. En otras estropea la foto, la ensucia. De ahí su imprevisibilidad. Sin embargo, no he observado la aparición de halos – al menos de color - ni siquiera en bordes de contraste extremo, como cabría esperar. La reproducción de color me resulta bastante natural y fidedigna.


En cuanto a nitidez – un TOC frecuente entre fotógrafos y que padezco intensamente – diría que es aceptable en el centro y justita en los bordes. Cuando se clava el enfoque y la iluminación es favorable, se consigue nitidez suficiente para visionado en pantallas.

No he observado una distorsión preocupante, otro TOC heredado de mi relación con fotografía de arquitectura e interiorismo. La reproducción de colores es satisfactoria.


En resumen, lo definiría como un objetivo creativo, algo como de Lomography. Podría comercializarse perfectamente como un producto apellidado “soft”.


Me obligo a llevarlo como único objetivo para combatir mis obsesiones, renunciando a la perfección técnica, y cumple su función perfectamente si aceptas de antemano algunas fotos perdidas. Produce resultados a veces imprevisibles pero interesantes. Me recuerda un poco la sensación de la fotografía analógica. Agradable y divertido.



Cuando clavas el enfoque, con sujetos centrados e iluminación favorable, la nitidez es suficiente y la reproducción muy agradable, con cierto carácter fílmico. También en blanco y negro.

 

A la máxima apertura de 3,5 y con sujetos cercanos se consigue un agradable desenfoque de fondo y buena tridimensionalidad del conjunto. A la derecha recorte 100%

 

Arriba: a la izquierda imagen en bruto (RAF), se ve un poco lavada. Pero la información está ahí y con un revelado ligero se consigue el resultado de la derecha, definido y contrastado. Se modificó la perspectiva pero al carecer de perfil de lente no se corrigió la distorsión de lente. Si miramos las líneas rectas próximas a los bordes de la foto, podemos comprobar la casi inexistencia de distorsión.

Abajo: captura de pantalla de Photoshop con detalle al 100% para comprobar la nitidez.

 

Respuesta al alto contraste con detalle al 100% al infinito en la zona iluminada.

 

Arriba la foto final y abajo captura del archivo en bruto (RAF) en Adobe Bridge con detalle al 100%. Máxima nitidez y excelente degradado y transiciones en el centro de la imagen.

 

Un par de capturas más de RAF en Bridge con detalles lejanos al 100%. Sorprende la nitidez ya antes de aplicar revelado y correcciones.

 

La distorsión es inapreciable pero los archivos necesitan ser procesados para acentuar la nitidez y el contraste selectivamente. Las imágenes finales tienen un agradable aspecto fílmico.


 

Fotos: Fujifilm X-T3 con Pentacon 30mm 3,5 ( Made in D.D.R.)

Texto y fotos: © Andrés Irrazábal (2023)

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