PENTACON LYDITH 30/3,5 y NIKKOR pc 28/3,5
Los Mallos es un barrio de A Coruña con una belleza latente que poco a poco se va recuperando.
Las fachadas de los edificios, de 50, 60, 70 o hasta 109 años (como el mío) son muy coloridas y la danza de su geometría les proporciona movimiento y tridimensionalidad. No hay dos edificios iguales, ni cuando lo parecen.
Balcones, miradores, molduras, recercados, cornisas, ornamentos, se combinan en cada inmueble para hacerlo único. Y hacen el conjunto atractivo, sin excesos ni barroquismo.
Desconozco si esto es un estilo arquitectónico, pero indudablemente podría serlo, tiene personalidad y carácter suficientes.
He leído que el distrito creció por la emigración masiva del rural a la ciudad a mediados de siglo, dada su proximidad a la estación de trenes. Y desde entonces mantiene su carácter multirracial. Por mi calle veo pasar a madres y padres con los niños a la escuela y la variedad étnica es tan colorida como el barrio.
La peatonalización de algunas calles las devuelve a la ciudadanía y dinamiza su entorno. Y me llama poderosamente la atención como, además de eliminar los malos humos y contaminación acústica del tráfico, las calles peatonales ganan en luminosidad. Mucha luminosidad, en relación a la situación anterior. La estación intermodal a sus puertas será un revulsivo para todo el distrito, como ocurrió en el siglo pasado, aunque con distintas motivaciones y protagonistas. No exento de problemas y carencias, Los Mallos cuenta con materia prima de gran valor y belleza para constituirse en un barrio de extraordinaria calidad.
Éstas las hice con el Pentacon 30mm en Fuji X-T3 para la revisión de ese objetivo de la Alemania oriental, y provocaron este artículo.
Éstas otras son de hace tiempo, con el Nikkor pc 28/3,5 en D750.
En mi ánimo está salir al barrio y hacer nuevas fotos de edificios para incorporarlos a este artículo. Continuará...
Texto y fotos: © Andrés Irrazábal (2023)